miércoles, 24 de octubre de 2012

Coatí
Nasua nasua
Clasificación:
Clase: Mammalia
Orden: Carnivora
Familia: Procyonidae
Se omiten los taxa con rango de sub o supercategoría.
Género: Nasua
Nombre científico: Nasua nasua (Linneaeus, 1766)
Subespecies en la Argentina: N. nasua aricana, N. nasua cinerascens y  N. nasua solitaria.
Estatus Nacional: Potencialmente vulnerable (SAREM, 2000)
Estatus Internacional: LRlc. Preocupación Menor, dependiente de la conservación (IUCN, 2006)
CITES: Apéndice III (para Nasua nasua solitaria)

Otros nombres comunes: Kuatí, en guaraní; osito de los palos; sacha-mono (quichua); quatí, quatí mundéo o quati –de-vara en Brasil; tejón lo llaman en Bolivia, Ecuador y Colombia, y también en Colombia le dicen cusumbo o guache;  coachí  en la Guayana Francesa; ring-tailed coati  y  south american coati en inglés.
Caracteres externos
Es un animal muy característico por su cuerpo, al cual resulta difícil encontrarle un parecido. El cuerpo es alargado, robusto, cabeza triangular, la cola muy larga y voluminosa, el hocico también es largo y puntiagudo y las patas son cortas y poseen cinco garras fuertes. L as orejas son bastante pequeñas, la mandíbula superior sobrepasa a la inferior y la nariz está desprovista de pelo y la mueve con facilidad.
La coloración sufre variaciones de acuerdo a la zona donde habita y a la edad de los individuos, siendo el pelo largo y tupido. Los tonos son aproximadamente como se indica a continuación: el dorso y las partes laterales son pardas  o pardo oscuras  y la zona ventral es blanca o bien puede ser de un todo anaranjado. La cara es negruzca, contrastando con la parte inferior que es blanca y dos manchas próximas a los ojos del mismo color. Las orejas presentan también un reborde blanco. Las patas son de un tono amarronado bastante más oscuro que el resto del cuerpo y la cola tiene una serie de anillos oscuros, a veces poco evidentes. El macho es de mayor tamaño que la hembra. (Canevari y Vaccaro, 2007).
La longitud del cuerpo con la cabeza pasa frecuentemente los 75 cm y las cola mide algo más de 50 cm (Rodino, 1981). Comportamiento
Es de hábitos arborícolas. Sobre los árboles  se moviliza con gran  destreza, desplazándose a través de las ramas como si fuera un mono, utilizando su larga cola para aferrarse en caso de correr el riesgo de caerse. Es interesante aclarar con el nombre quechua que se mencionó en el ítem correspondiente –“sacha-mono”- significa justamente la expresión “casi un mono”. No obstante de pasar la mayor parte de su tiempo sobre los árboles muchas de sus acciones las realiza sobre el suelo. En la tierra se desplaza con las cuatro patas y apoya toda la planta del pie y  su desplazamiento entre las ramas puede asemejarse al de un mono. Es un animal gregario, viéndoselo casi siempre en grupos, las hembras y juveniles de ambos sexos, suelen agruparse los que están emparentados. Apartados de estos grupos los machos son más bien solitarios y salen a buscar su alimento más durante el crepúsculo y la noche que durante el día. Al llegar la noche se refugian  todos en lo alto de los árboles donde constituyen sus dormideros.
El coatí  practica una alimentación omnívora. En efecto, come alimentos de origen vegetal y animal como frutos, insectos, caracoles y pequeños vertebrados entre los se puede mencionar ranas, víboras, aves y mamíferos de reducidas dimensiones. Sus principales depredadores naturales son los felinos - puma, yaguareté, ocelote y yaguarundí- y algunas aves  rapaces de gran tamaño y las boas (CEAL, 1985).
Su reproducción: El celo se produce en el coatí de nuestro país aproximadamente entre fines invierno y principios de primavera, momento en que los machos solitarios se incorporan a los grupos y muestran un notable aumento de la agresividad hacia otros machos adultos. Después de haber realizado los ritos de reconocimiento mutuo, la pareja de coatíes esta lista para proceder al acoplamiento, que se realiza en tierra firme y el macho copula con varias hembras (Parera, 2002). La gestación dura aproximadamente 70 días y la hembra da a luz una sola vez al año entre los meses de marzo y abril, de  2 a  6 crías. La madre las oculta en resguardos que encuentra en troncos huecos o entre matorrales bien espesos. Poco después de una semana abren los ojos y antes del mes caminan por la ramas. Las crías son destetadas a los 4 meses, tienen el tamaño del adulto  al primer año y alcanzan la madurez al segundo (Parera, op. cit.).
Hábitat
Habitan en ambientes selváticos o semi-selváticos  húmedos y cercanos a cuerpos de agua o ríos cuando el ambiente no es tan húmedo como el selvático (chaqueño de transición, por ejemplo). El bosque chaqueño de árboles de alto porte, selvas en galería de esta región, selvas de las yungas ocupando laderas hasta los 1500 metros de altura (Parera, op. cit.), son todos los hábitats que le son propicios. En Misiones frecuenta las capueras y otros ambientes antropizados, mostrando de esta forma una cierta flexibilidad para habituarse a lugares con algún tipo de alteración humana.
Distribución
La subespecie N. nasua aricana se extiende por toda América Central desde México hasta Panamá e incluyendo una angosta franja sobre el extremo occidental  de Colombia. Las restantes subespecies mencionadas de distribuyen por toda Sudamérica con excepción de una franja occidental paralela a los Andes, una parte en el extremo oriental de Brasil y Chile. En Uruguay sólo ocupa la zona norte.
Dentro del territorio argentino se lo ve en las provincias de Misiones (muy común en el área Cataratas), parte oriental de Chaco y Formosa, extremo norte de Santa Fe y la franja que ocupa la Selva Nublada en Salta, Jujuy y Tucumán y presumiblemente en Corrientes.
Fue introducido en la Isla de Pascua.
Situación de sus poblaciones
La diversidad alimentarla del coatí le permite cumplir una importante función en las cadenas tróficas locales. No es depredador de roedores considerados perjudiciales por el hombre pero consume gran cantidad de ofidios e insectos.
Sus poblaciones has sido circunscriptas a las localidades donde persiste el hábitat adecuado para su vida. Antiguamente ocupaba las provincias de Corrientes y norte de Entre Ríos por ejemplo, pero la expansión de las tierras ocupadas por el hombre para cultivo y ganadería, que conlleva la destrucción de los ambientes naturales, ha confinado sus poblaciones a las provincias que tienen remanente de selvas o montes cerrados.
El estatus de Potencialmente vulnerable a nivel local, según Chebez (1994) podría ser cambiado a Vulnerable.
Es cazado por los habitantes de los lugares donde reside por considerar su carne apetitosa. “En sitios donde no se lo molesta llegan a acostumbrarse a la presencia humana…” según refiere Parera (op. cit.).
Además de numerosas áreas protegidas provinciales cuya nómina sería muy extensa (especialmente las misioneras), protegen poblaciones de la especie los siguiente Parques o Reservas Nacionales: Baritú,  Calilegua, Campo de los Alisos, Chaco, El Rey,  Formosa,  Iguazú, Río  Pilcomayo y  San Antonio.

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